Este tratamiento fue desarrollado en Suecia, en 1830, por el experto en anatomía y fisiología humanas, Pehr Henrik Ling, el cual unió sus propios conocimientos, con las técnicas aprendidas en un viaje a China. El masaje sueco, se popularizó rápidamente por todo el mundo, gracias a sus múltiples efectos beneficiosos para el organismo.
Este tratamiento se realiza utilizando las manos como herramienta y la aplicación de diferentes técnicas de deslizamiento, amasamiento, vibración, percusión y fricción.